Tras el impacto de la pandemia del COVID-19, los viajeros de América Latina se han dado cuenta de la importancia del turismo al aire libre y conectarse con la naturaleza. El avance del turismo ecologico en latinoamerica se ha convertido en una opción muy deseable para los viajeros que ahora buscan activamente experiencias ecológicas al planificar sus viajes.
1) El avance del turismo ecologico en latinoamerica
Esta tendencia ha provocado que muchas agencias de viajes y tour operadores de la región incrementen su oferta de servicios enfocándose en planes que incluyan viajes a áreas naturales ricas en diversidad de flora y fauna. Además de promover el acercamiento a las comunidades establecidas en esas áreas con la idea de apoyar la conservación, el bajo impacto ambiental así como el beneficio económico de las localidades.
Si bien los indicadores dicen que el crecimiento de este segmento de viajes va en aumento en América Latina, aún se encuentra en un proceso de consolidación, como señala Francisco Madrid, quien es Director del Centro de Investigación y Competitividad en Turismo (CICOTUR) de la Universidad Anáhuac, en México, le dice a TravelPulse.com.
“Hemos aprendido de los resultados que vemos en México, que el turismo del futuro se parece mucho al turismo del pasado”, dijo Madrid. “Algunos segmentos, como el turismo de naturaleza, parecen estar activándose, pero en general, eso hace una contribución marginal. La más importante se encuentra en segmentos más robustos como el turismo convencional de sol y playa o el turismo cultural en México. Sabemos que hay mucho interés, sabemos que hay muchos viajeros que quieren encontrarse en el espacio de la naturaleza, pero en general, todavía son una parte bastante pequeña”.
2) Muchas naciones se engancharon con esta metodica
Entre los países que se destacan en el desarrollo del ecoturismo en América Latina se encuentran Panamá y Costa Rica, naciones con gran biodiversidad y muchos programas de ecoturismo.
Cabe señalar que otros como Brasil, México, Perú, Chile, Ecuador, Argentina y Colombia, por mencionar algunos más, han establecido zonas de protección para la flora y fauna silvestre.
Como iniciativas para reducir significativamente la huella de carbono en las operaciones de los hoteles con el cumplimiento de normas a favor de la conservación de la naturaleza.
Esta tendencia se ha traducido en el crecimiento del número de alojamientos ecológicos que ofrecen a los huéspedes una gastronomía basada en productos orgánicos locales y muebles elaborados con textiles locales, por ejemplo.
Además de las distintas zonas de Panamá y Costa Rica, líderes en el segmento en América Latina, las Islas Galápagos, en Ecuador, son otro excelente ejemplo del esfuerzo ecoturístico, así como el Valle Sagrado del Perú.
Chile también ha establecido importantes mecanismos para rescatar el ecosistema del importante destino de Isla de Pascua.
En Brasil, la Amazonía y las Cataratas del Iguazú ofrecen cada vez más opciones de ecoturismo a sus visitantes. Así como Venezuela, que cuenta con el atractivo del salto de agua más alto del mundo, el Salto Ángel, en el Parque Nacional Canaima.
Con los viajes de revancha tras la pandemia, sin duda que la exuberancia del entorno natural privilegiado de América Latina y su riqueza cultural es un gran aliciente para consolidar el ecoturismo en la región en los próximos años.
