Disfrutando San Andrés

En el corazón del departamento de la Providencia y Santa Catalina, las playas blancas de San Andrés se encuentran bañadas por el mar Caribe y permiten realizar todo tipo de deportes náuticos como windsurf, jet sky y kitesurf, mientras que la biosfera seaflower protegida por la UNESCO permitirá admirar la fauna marina buceando en arrecifes de coral junto a cangrejos, mantarrayas y langostas.

El tour por San Andrés permitirá disfrutar el estilo isleño a flor de piel y North End concentra la zona hotelera, comercial, bancaria y gubernamental de la isla. El ritual de iniciación al compás del Raga Raga, baile tradicional de los locales, será la vedette de la Casa Museo isleña y el barrio La Loma donde el mirador de la iglesia permitirá apreciar la vasta extensión del mar Caribe.
La playa de Cocoplumbay, frente al Cayo Rocoso no pasa desapercibida. Allí, la arena blanca es empapada por los verdes azules del mar generando el mar de los siete colores.

Las actividades que podrán realizarse comprenden la visita a la paradisíaca isla de Jonny Cay, el acuario natural y la caminata submarina en Aquanautas. Además, se puede visitar el Hoyo Soplador en la punta sur del archipiélago, un agujero natural con arrecifes coralinos y  túneles subterráneos a través de los cuales se desplaza el agua, mientras que el Blowing Hole es un abismo marino que está rodeado de rocas, grietas, un túnel de amplia extensión y una caverna.

Johnny Cay abraza a la Isla de San Andrés a tan sólo 1,5 kilómetros, el pequeño islote de arena blanca, clima tropical e innumerables atracciones se transformó en cita ineludible para aquellos aventureros que visitan Colombia.  Para los amantes del agua y su flora, el snorkeling, jet sky, y el bote banana constituyen las mejores variables para experimentar de las profundidades y la ecología marina con Mantarrayas, algas, peces y numerosos invertebrados. Mientras que para aquellos que prefieran la calma, las caminatas por la playa bordeando la isla, permitirán admirar formaciones coralinas que generan pozos de agua que se fusionan al mar Caribe, un paisaje digno de una deidad.
En Rose Cay, el acuario expondrá la más variada fauna acuática que dejará boquiabierto a cada uno de los visitantes. Mientras que a través de un casco la caminata submarina en aquanautas será una aventura imperdible que no requerirá de la habilidad de nadar.

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Author: Juan Camilo Gutierrez