Los turistas extranjeros se interesan cada vez más por la observación de aves endémicas y migratorias. Por ese motivo, se han organizado excursiones específicas para este fin.
Muchos viajeros llegan a Colombia y, luego de pasar por Rent a car, se dirigen hacia el corregimiento de Minca –a 25 minutos aproximadamente de Santa Marta- para visitar la hacienda cafetera La Victoria, que se sitúa a 900 metros sobre el nivel del mar.
Allí, un guía especializado explica cómo usar los binoculares e informa sobre las especies de aves en el país, dando nombres científicos y también la ubicación geográfica.
Entre las especies están las tangaras pico de plata, y los siriríes. Lo único que necesitan los visitantes es tener los sentidos abiertos y la concentración para contemplar las copas de los árboles, para descubrir e identificar a las aves exactamente en su hábitat natural.
Teniendo en cuenta que Colombia tiene casi dos mil especies de aves (aproximadamente el 20% de las existentes en el mundo!- , esta especia de turismo es extraordinaria. En la Sierra Nevada de Santa Marta, por ejemplo, hay 28 especies de aves endémicas, como el periquito de Santa Marta, el quetzal dorado, el atrapamoscas y el ala de sable.
El avistamiento de aves –o ‘aviturismo’- es una nueva alternativa turística en Colombia, que genera trabajo en las comunidades locales, al convertirse las mismas en proveedoras de servicios de hospedaje y alimentación para los visitantes que llegan para la observación.