Ya hace varios años que extranjeros buscan instalarse en Colombia, abandonando a sus países natales, con la intención de obtener mejores oportunidades laborales. Pero estos mismos extranjeros enfrentan la problemática de trabajas financieras que, obviamente, les impide desarrollar sus actividades económicas.
La simple acción de abrir una cuenta de ahorros, pasando por pedir una tarjeta de crédito, contratar un plan de celular o bien alquilar un apartamento, tratándose de un extranjero las ‘vueltas’ se extienden un tanto más.
Pese a que las personas naturales extranjeras no deberían tener ningún inconveniente en el momento de abrir una cuenta de ahorros en cualquier entidad con su cédula de extranjero, la realidad es bien diferente cuando asisten a un banco.
El inconveniente de empezar la historia crediticia es como un pez que se muerde la cola. No se puede empezar hasta el momento en que no se pida, por servirnos de un ejemplo, una tarjeta de crédito, mas por su parte las entidades no conceden esta clase de plásticos a quienes no tenga una vida crediticia. Un bucle para los extranjeros.
En la mayor parte de los casos, esta renuencia del sistema de finanzas para las personas extranjeras está relacionada con la protección contra el lavado de activos. La razón no solo recae sobre este propósito, sino asimismo se trata de un mecanismo de control y verificación que se ajusta a estándares internacionales.
En el momento de tomar un alquilo, a las personas extranjeras asimismo se les complica un tanto más este trámite puesto que un recién llegado al país no cuenta ni con una historia financiera ni con codeudores que respalden la deuda. En un caso así, la opción mejor es buscar pisos donde se pueda entrar a negociar todas y cada una de las garantías de manera directa con los dueños.