Cartagena, entre ciudad fantástica y corrupción

Entre una bipolaridad que asombra Cartagena de Indias cumplió 458 años. Si bien es considerada la capital industrial del Caribe, con un aumento en el turismo del 8 % durante 2017, al igual que en la ocupación hotelera con el 68% de incremento, también atraviesa un costado no tan agradable: una fuerte crisis política combinada con la corrupción que la llevó a tener 10 alcaldes en poco tiempo.

La capital del departamento de Bolívar, al norte de Colombia se erige como uno de los principales sitios turísticos elegidos para desembarcar desde los cruceros de placer. Se estima que llegaron a la ciudad 87 mil nuevos visitantes, lo que generó un impacto económico de más de ocho millones de dólares y en materia hotelera, el hotel Cartagena Plaza acaparó todas las miradas y se ve colmado de nuevos visitantes constantemente.

Fundada por Pedro Heredia, un conquistador español, el 1 de junio de 1533, es la primera ciudad portuaria del país y la quinta en Latinoamérica en movimiento de contenedores. Cartagena es hoy una de las principales zonas turísticas del país y es reconocida por la Ciudad Amurallada, el Castillo de San Felipe de Barajas, el Camellón de los Mártires, Las Bodegas, la Catedral Basílica Metropolitana de Santa Catalina de Alejandría, entre otros. Por estos atractivos turísticos, fue declarada por la Unesco, en 1984, como Patrimonio de la Humanidad y en 1991 fue nombrada como Distrito Turístico y Cultural.

Aun así, la ciudad “fantástica”, como es llamada, celebra su cumpleaños ante indicadores socioeconómicos negativos y una complicada situación política, pues en poco más de seis años ha tenido 10 alcaldes, debido a la alta corrupción.

Según el exconcejal de Cartagena, David Múnera, esta ciudad es la tercera capital del país con mayor índice de pobreza. Más del 60% de su mano de obra es informal y de 100 estudiantes que inician su formación académica, solo 52 terminan el bachillerato. Asimismo, su movilidad se está deteriorando, debido a los incumplimientos de las cláusulas contractuales de los operadores de Transcaribe. Además, los centros de salud en los barrios están abandonados y muchos de ellos cerrados.

De esta manera, se espera que de la mano del turismo, las actividades, la ocupación hotelera como la que logra el hotel las Americas San Andres y los ingresos comerciales se pueda alcanzar la equidad con mayor precisión a todas las esferas de la población en Cartagena.