Volar por primera vez

Todos los que viajan por primera vez en avión, sin importar la distancia y las horas de vuelo, generalmente sufren con el miedo y con el estrés que eso implica.

Para algunas personas, inclusive, el propio aeropuerto representa a un bicho de siete cabezas, sobre todo para aquellos que son amantes de las películas catástrofe!

Pero la realidad demuestra que el avión es el medio de transporte más seguro que existe, y embarcar, despegar y aterrizar no es tan complicado ni debe ser tan asustador.

El primer estrés a evitar es el atraso: llegar entre 2 a 3 horas antes del vuelo al aeropuerto resuelve cualquier problema que pueda surgir durante el embargue: despachar el equipaje, asegurarse el asiento. Claro está que, si es un vuelo local, con una hora y media de antecedencia ya s suficiente.

Para realizar el “Check-in” hay que dirigirse al mostrador de la compañía aérea correspondiente al pasaje adquirido, como por ejemplo Avianca o Latam, y allí se realiza el trámite de mostrar pasaje, elegir asiento y despachar el equipaje de bodega.

Una vez embarcados, es decir, ya dentro del avión, nada  más que relajarse, prestar atención a las aeromozas y contar con ellas ante cualquier duda o necesidad. La presión en los oídos durante el despegue o aterrizaje puede amenizarse mascando chicles, bostezando o abriendo y cerrando la boca. No todos sienten esa presión y es algo pasajero, nada asustador.

Por lo tanto, a disfrutar del viaje!